La franciscana (Pontoporia blainvillei), una pequeña especie de delfín que habita exclusivamente en la costa brasileña (desde Espíritu Santo hasta Rio Grande do Sul), en Uruguay y Argentina, está en grave peligro de extinción. Eso afirman los investigadores del Proyecto Toninhas do Brasil, que hace más de 20 años trabajan para la conservación de la especie en Brasil. El máximo está relacionado con el exorbitante número de franciscanas encontradas muertas en los últimos años. Entre agosto 2015 y octubre 2020 se registraron casi 3000 varamientos de franciscanas muertas entre los estados de SC y SP, y la mortalidad real es todavía mayor ya que no todos los cuerpos encallan en la playa y son recogidos. La población está estimada en menos de 7000 animales en estas regiones.
Este número es alarmante para una especie que desde 2010 está en la lista de animales amenazados de extinción en Brasil y que en el 2014 fue clasificada como “críticamente en peligro de extinción”, el mayor nivel de amenaza antes de desaparecer de la naturaleza.
Las franciscanas viven en áreas cercanas a la costa, donde la actividad humana es intensa, y ocupan principalmente regiones con una profundidad máxima de 50 metros. En un ambiente conservado y libre de amenazas, estos animales pueden vivir más de 20 años, pero solo tienen una cría a cada dos o tres años. La principal amenaza de la especie es la captura incidental en las redes de pesca, el bycatch, que es cuando los animales, que no son el objetivo de la pesca, son capturados accidentalmente, sin intención.
Toninhas do Brasil, que cuenta con el apoyo de Petrobras, por medio del Programa Petrobras Socioambiental, está buscando alternativas para contribuir con la conservación de la especie en Brasil. “Estamos ampliando nuestra área de actuación a los estados de Paraná y São Paulo, además de Santa Catarina, sede del proyecto. En esta etapa, nuestro trabajo está centrado en un proyecto piloto con nuevas tecnologías en las redes de pesca, alarmas acústicas, además de un mapeamiento de la cadena productiva pesquera y diversas actividades de comunicación y educación ambiental”, explica la bióloga Marta Cremer, coordinadora general del Proyecto Toninhas do Brasil.
La lucha por la conservación de la franciscana es una carrera a contrarreloj. Hace un poco más de una década, el baiji (Lipotes vexillifer), un delfín de China, se consideraba extinto. En México, otra especie de delfín, la vaquita (Phocoena sinus), está al borde del colapso, con menos de 30 individuos en la naturaleza, también víctimas de las redes de enmalle. Los investigadores del proyecto enfatizan que son urgentes políticas públicas más eficientes y, sobre todo, la implicación de la sociedad como un todo, para el desarrollo de una pesca sostenible que garantice la conservación de los recursos pesqueros y de varias especies, como la franciscana.